Historia de la bicicleta
Antes de la creación de la bicicleta moderna actual, existían varios ejemplos de dispositivos de transporte en bicicleta más sencillos. Todo empezó en el siglo XVI con el descubrimiento de los bocetos de Leonardo da Vinci de 1493, que incluían diseños sencillos de bicicletas. Algunos historiadores afirman que este dibujo lo hizo su alumno Gian Giacomo Caprotti o que es totalmente falso. El diseño nunca llegó a convertirse en un modelo funcional y, durante los cuatrocientos años siguientes, los caballos siguieron siendo el único medio de transporte asequible en la vía pública.
El barón alemán Karl von Drais inventó la precursora de la bicicleta moderna a principios del siglo XIX. Este velocípedo, llamado «Laufmaschine», constaba de dos ruedas unidas por una barra central. El conductor de aquel vehículo tenía que andar y correr para coger la velocidad necesaria y luego levantar las piernas y seguir avanzando hasta que su impulso se desvanecía. El diseño de Von Drais se mejoró en Inglaterra con el «Dandy Horse», de gran éxito comercial.
Ese diseño se mantuvo en uso durante casi 40 años hasta que dos fabricantes franceses de carruajes tuvieron una idea que revolucionaría el mundo de la bicicleta. Pierre Michaux y Pierre Lallemen vieron cómo se utilizaba el «Dandy Horse» e idearon el plan de fijar los pedales a la rueda delantera e instalar el asiento del conductor en la viga de soporte.
Evolución de la bicicleta
En el terrible verano europeo de 1816, las cenizas volcánicas nublaban el sol y las nevadas acababan con las cosechas. La titánica erupción del monte Tambora, en la lejana Indonesia, había sumido al mundo entero en una gélida penumbra. En Alemania, los caballos eran sacrificados por la comida que podían proporcionar y el prolífico inventor Karl Drais, de Karlsruhe, en el suroeste del país, pensó en una alternativa.
En 1817, teníamos la Laufmaschine (máquina de correr) -que pasó a conocerse como Draisine-, una solución de transporte que ha pasado a convertirse en la bicicleta actual y a proporcionar movilidad barata, independencia y libertad a millones de personas en todo el mundo. Así que parece que esa terrible nube tuvo un lado positivo.
Su diseño fue aclamado en París y pronto surgieron el «velocípedo» y las numerosas variantes del «caballo de hobby», que se convirtieron en la moda de la movilidad de su época. A su vez, estos vehículos inspiraron a mentes ingeniosas para idear las mejoras que han llegado hasta nuestros días.
En 1864 se añadieron pedales en el taller parisino del fabricante de carruajes Pierre Michaux (el empleado Pierre Lallement reivindicó la innovación y más tarde se trasladó a EE.UU. para seguir desarrollando la bicicleta allí) y la moda volvió a despegar. Estas bicicletas se conocían como velocípedos mejorados, o popularmente como «rompehuesos» por su rudeza.
Datos sobre las bicicletas
La bicicleta se inventó más por necesidad que por comodidad o moda. Lo que impulsó la creación de una nueva «Laufmachine» (máquina de correr) de dos ruedas en Alemania a principios del siglo XIX fue, de hecho, la erupción del monte Tambora en 1815, que provocó un invierno volcánico que mató de hambre a un gran número de caballos; se creó así un «sustituto del caballo».
El barón Karl von Drais patentó el primer diseño de bicicleta: dos ruedas debajo de un asiento y un manillar, movidas por la fuerza del jinete al empujar el suelo con los pies. Este artilugio dirigible de dos ruedas tuvo que recorrer un largo camino antes de evolucionar hasta convertirse en los productos modernos que puedes ver en nuestra tienda de bicicletas de St. George. Este aparato era tosco, de madera y carecía de cadena, frenos y pedales.
El modelo de bicicleta de Karl von Drais acabó pasando de moda, pero el diseño se mejoró posteriormente en toda Europa. Tres franceses notables, Pierre Lallement, Pierre Michaux y Ernest Michaux, crearon varios prototipos con pedales en la década de 1860.
Bicicleta de seguridad
Algo que hace tan especiales a las bicicletas es que representan no sólo la evolución de la tecnología, sino también la evolución de la habilidad humana. Aunque gran parte de la tecnología se crea para hacer la vida más sencilla y fácil, pocos inventos han conseguido conseguirlo y, al mismo tiempo, exigir a sus usuarios que ejerciten el cuerpo y agudicen sus sentidos del equilibrio y la coordinación.
Para apreciar realmente este maravilloso invento, echemos un vistazo a cómo surgieron las bicicletas. Recorreremos los primeros diseños de bicicletas de la historia hasta llegar a la era moderna para ofrecer un resumen lo más completo posible. Comencemos.
El primer boceto del que se tiene constancia data de 1534 en Italia y se atribuye a Gian Giacomo Caprotti, aprendiz del famoso Leonardo da Vinci. Sin embargo, desde 1998, el profesor de física y conservador de museos Hans-Erhard Lessing ha denunciado estos bocetos como un engaño, pero algunos eruditos siguen aferrándose a su validez hasta el día de hoy, lo que en última instancia dificulta determinar qué es verdad.